Si visitamos Florencia, una de las visitas imprescindibles es a la Galería de la Academia, y el motivo principal es que visitar Florencia y no ver el David de Miguel Ángel es cómo visitar Roma y no ver el Coliseo. Pero aún siendo una visita imprescindible, este es el segundo museo más visitado de Florencia por detrás de la Galería Uffizi. Pero esto no nos debe de extrañar, pues Florencia es la cuna del Renacimiento y la Galería Uffizi, sin tener el David, ofrece al visitante hermosas obras de genios como Botticelli, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael o Tiziano; siendo las más importantes El Nacimiento de Venus de Botticelli y la Adoración de los Magos de Leonardo da Vinci.
Pero retornando a la Galería de la Academia, y al David de Miguel Ángel, hemos de destacar que esta es una impresionante escultura de mármol blanco de 5,17 metros de altura que representa a David antes de enfrentarse con Goliat. Esta obra fue realizada entre 1501 y 1504 en los talleres de la Opera del Duomo. Siendo su primer destimo las puertas del Ponte Vecchio en la Piazza della Signoria. Pero fue trasladada a la Galería de Academia en 1873, con objeto de preservarla de las inclemencias del tiempo, y proteger la escultura para generaciones futuras.
En la galería de Miguel Ángel podremos encontrar cuatro prisioneros, esculpidos entre 1521 y 1523 y destinados a la tumba de Julio II. Las obras, sin terminar, resultan muy interesantes, pues de la piedra pesada parecen intentar salir, hercúleas, las figuras inacabadas. Un esbozo de San Mateo y una Pietá, también inacabada preceden al gigantesco David. A los 25 años, Miguel Ángel rompió con los cánones del David clásico, con zamarra y zurrón. Creando un David cargado de vida y deseo de victoria, con vigorosa musculatura, que se apoya en una pierna para impulsar la acción, una acción que se intuye en sus propias manos.
Si desea visitarla ha de saber que abre de martes a domingo de 8:15 a 18:50 horas. Cierra los lunes, el día 1 de mayo, 25 de diciembre y 1 de enero. Su precio es de 6,5€. Los jóvenes entre 18 y 25 años pagan 3,25€. Y los menores de 18 y mayores de 65 años acceden gratis. Podemos llegar a la Galería de la Academia en los autobuses 1 y 17.
lunes, 27 de julio de 2009
jueves, 23 de julio de 2009
El Reloj Astronomico de Praga
En la pared sur del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga podremos encontrar el Reloj Astronómico de Praga, construido en la época medieval y con más de 600 años de funcionamiento, sigue dando la hora con precisión suiza. Es el reloj astronómico más antíguo del mundo y sigue en funcionamiento gracias a que siempre ha habido un relojero esperto al cuidado de sus mecanismos, Otakar Zámecník es ya el decimo sexto relojero encargado de mantenerlo en marcha.
El reloj ha tenido que ser reparado de importancia en 1865 y en 1945, esta última tras un bombardeo al término de la Segunda Guerra Mundial, pero tras estas reparaciones importantes podemos decir que el 75% de las piezas que lo componen son originales del siglo XV, lo cual habla de la maestria de los relojeros que lo construyeron.
Cada hora en punto, entre las 9 de la mañana y las 9 de la noche, en el reloj de la Ciudad Vieja de Praga desfilan los apóstoles y cuatro figuras adicionales: el Turco, la Avaricia, la Vanidad y la Muerte, representada esta última por un esqueleto que tirando de la cuerda marca el inicio del desfile. El primer apostol es San Pedro con una llave dorada y el último San Pablo con una espada y un libro.
Aunque lo más original del reloj astronómico de Praga se encuentra en su complicada esfera astronómica, que indica la posición y el movimiento de los cuerpos celestes en relación a Praga. Además, es el único del mundo capaz de medir la hora babilónica, según este horario, el día babilónico abarca el período de tiempo que va de la salida a la puesta del Sol. Lo cual hace que en verano la hora babilónica sea más corta que en invierno. El reloj astronómico de Praga sabe medir estas variaciones.
Una visita recomendable es subir a la torre del reloj, desde donde tendrá unas preciosas vistas de la ciudad vieja de Praga. El horario de la torre es de martes a domingo de 9:00 a 18:00 horas y lunes de 11:00 a 18:00 horas.
En nuestra guía de Praga podrá encontrar más información para viajar a Praga, entre la que se incluye información sobre donde comer en Praga o qué visitar en Praga, entre otra mucha.
El reloj ha tenido que ser reparado de importancia en 1865 y en 1945, esta última tras un bombardeo al término de la Segunda Guerra Mundial, pero tras estas reparaciones importantes podemos decir que el 75% de las piezas que lo componen son originales del siglo XV, lo cual habla de la maestria de los relojeros que lo construyeron.
Cada hora en punto, entre las 9 de la mañana y las 9 de la noche, en el reloj de la Ciudad Vieja de Praga desfilan los apóstoles y cuatro figuras adicionales: el Turco, la Avaricia, la Vanidad y la Muerte, representada esta última por un esqueleto que tirando de la cuerda marca el inicio del desfile. El primer apostol es San Pedro con una llave dorada y el último San Pablo con una espada y un libro.
Aunque lo más original del reloj astronómico de Praga se encuentra en su complicada esfera astronómica, que indica la posición y el movimiento de los cuerpos celestes en relación a Praga. Además, es el único del mundo capaz de medir la hora babilónica, según este horario, el día babilónico abarca el período de tiempo que va de la salida a la puesta del Sol. Lo cual hace que en verano la hora babilónica sea más corta que en invierno. El reloj astronómico de Praga sabe medir estas variaciones.
Una visita recomendable es subir a la torre del reloj, desde donde tendrá unas preciosas vistas de la ciudad vieja de Praga. El horario de la torre es de martes a domingo de 9:00 a 18:00 horas y lunes de 11:00 a 18:00 horas.
En nuestra guía de Praga podrá encontrar más información para viajar a Praga, entre la que se incluye información sobre donde comer en Praga o qué visitar en Praga, entre otra mucha.
miércoles, 22 de julio de 2009
Viaje Gastronomico a Estambul.
Estambul, situada entre oriente y occidente, con una población mayoritariamente musulmana, pero con importantes minorías cristianas y judías. Ha sido capital del Imperio Romano de Oriente y, posteriormente, del Imperio Otomano, actualmente ha cedido la capitalidad de Turquía a Ankara. Y con este linaje mestizo no podía sino ofrecernos una gastronomía variada y llena de influencias árabes y mediterráneas.
Uno de los platos más conocidos de la comida turca es el Döner Kebab, Döner significa que gira y Kebab significa carne asada, lo que se traduce en finos trozos de carne asada de cordero, introducidos en un delicioso pan de pita y aderezados con una salsa que puede ser picante o de yogurt y ajo. Este plato turco puede comerse en todas las capitales de Europa, habiéndose extendido hacerlo también con carne de ternera o incluso de pollo.
Aunque la gastronomía turca no es muy rica en pescados podremos probar platos tradicionales de pescado como el Lüfer, pescado azul del Bósforo, o la Anjova que es el mejor pescado del Bósforo y no se conoce en España. Asimismo, los mejillones fritos y rellenos de arroz son típicos de los pueblos de la costa Egea.
Pero lo más característico de la gastronomía turca, aparte del Kebab, son sus postres y el te. De entre las delicias turcas, se llama Lokum a los postres que llevan azúcar, cremas, fécula de maíz y agua. Las frutas más valoradas para los postres turcos están el melocotón y la fresa. La influencia árabe se deja plasmada por el uso de la canela y el gusto por los hojaldres.
Como vemos Turquía tiene influéncias gastronómicas tan mediterráneas cómo árabes, aunque el ejemplo de influéncia gastronómica exterior más importante llegó de oriente, puesto que el té es la bebida más consumida de Turquía, existiendo infinidad de variedades diferentes. Lo curioso es que los turcos, hasta hace cien años no conocían esta bebida, y se solía tomar café turco. En el año 1924, Zihni Derin, un agrónomo, trajo semillas de té de Georgia y las plantó en Rize, la ciudad más húmeda de Turquía. La planta experimentó tal éxito que los turcos toman te al desayuno, después de la comida y algunas veces más a lo largo del día.
Uno de los platos más conocidos de la comida turca es el Döner Kebab, Döner significa que gira y Kebab significa carne asada, lo que se traduce en finos trozos de carne asada de cordero, introducidos en un delicioso pan de pita y aderezados con una salsa que puede ser picante o de yogurt y ajo. Este plato turco puede comerse en todas las capitales de Europa, habiéndose extendido hacerlo también con carne de ternera o incluso de pollo.
Aunque la gastronomía turca no es muy rica en pescados podremos probar platos tradicionales de pescado como el Lüfer, pescado azul del Bósforo, o la Anjova que es el mejor pescado del Bósforo y no se conoce en España. Asimismo, los mejillones fritos y rellenos de arroz son típicos de los pueblos de la costa Egea.
Pero lo más característico de la gastronomía turca, aparte del Kebab, son sus postres y el te. De entre las delicias turcas, se llama Lokum a los postres que llevan azúcar, cremas, fécula de maíz y agua. Las frutas más valoradas para los postres turcos están el melocotón y la fresa. La influencia árabe se deja plasmada por el uso de la canela y el gusto por los hojaldres.
Como vemos Turquía tiene influéncias gastronómicas tan mediterráneas cómo árabes, aunque el ejemplo de influéncia gastronómica exterior más importante llegó de oriente, puesto que el té es la bebida más consumida de Turquía, existiendo infinidad de variedades diferentes. Lo curioso es que los turcos, hasta hace cien años no conocían esta bebida, y se solía tomar café turco. En el año 1924, Zihni Derin, un agrónomo, trajo semillas de té de Georgia y las plantó en Rize, la ciudad más húmeda de Turquía. La planta experimentó tal éxito que los turcos toman te al desayuno, después de la comida y algunas veces más a lo largo del día.
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